Se cerró el ejercicio de la edición 59 con la tradicional entrega de utilidades, en una noche cargada de emoción y compromiso
Jesús María. El Festival Nacional de Doma y Folklore concretó uno de sus actos más esperados del año: la entrega de utilidades a las escuelas asociadas, marcando el cierre administrativo de su 59ª edición y el inicio formal del camino hacia el 60° aniversario.
En una emotiva ceremonia realizada este jueves en el Anfiteatro José Hernández, la Comisión Directiva destinó $2.199.440.551,56 a las instituciones educativas que integran la organización, reafirmando así el compromiso solidario que distingue al festival desde sus orígenes.
Cada año, el 50% de lo recaudado se distribuye entre las escuelas (por decisión de la asamblea este porcentaje puede elevarse al 60%), combinando partes iguales y una porción proporcional según la matrícula de cada institución. El resto de los fondos se destina al mantenimiento del predio y a la preparación de futuras ediciones.
El gobierno de Córdoba a través de su Vice Gobernadora Myrian Prunotto entregó a la Comisión una importante ayuda económica para mejorar la infraestructura eléctrica del Anfiteatro.
Crece el compromiso educativo
En 2025 se incorporarán dos nuevas escuelas, elevando a 24 el número de beneficiarias. Las nuevas instituciones se integran de manera progresiva: durante cuatro años reciben un porcentaje creciente del fondo hasta equipararse con las demás.
Una ceremonia con historia y proyección
La noche comenzó con proyecciones institucionales, la actuación del Ballet Martín Fierro y una versión del Himno Nacional interpretada por Loy Carrizo.
El presidente del Festival, Juan Ignacio López, y la vicegobernadora Myrian Prunotto destacaron el valor de la organización colectiva. En el acto también se firmó un convenio para refaccionar la sala de transformadores del anfiteatro, mejorando la infraestructura del predio.
Hubo homenajes a referentes históricos como Néstor Ramello y Nico Membriani, así como reconocimientos a expresidentes, medios de comunicación y empresas colaboradoras. El intendente Federico Zárate entregó una placa conmemorativa a la Comisión en nombre de la ciudad de Jesús María.
Un final que proyecta al futuro
El cierre artístico estuvo a cargo del Chaqueño Palavecino, junto a Lucio Rojas, Nicolás Sattler (Q’Lokura), Facundo Toro, Paquito Ocaño, Lautaro Rojas y Efraín Colombo, en una puesta en escena que unió generaciones y estilos.
Como broche final, se presentó el logo oficial de la edición 60, acompañado por el tradicional clarín, que marcó simbólicamente el inicio del nuevo capítulo del festival.
La jornada concluyó entrada la madrugada, entre emoción, orgullo regional y un mensaje claro: el Festival Nacional de Doma y Folklore es cultura, identidad y motor de la educación en toda la región.















