Hoy despedimos con profundo respeto y gratitud al Papa Francisco, el primer Pontífice argentino y latinoamericano, cuya vida dejó una huella imborrable en el corazón del mundo y especialmente en nuestra Córdoba.
Su paso por esta tierra fue más que un capítulo en su historia personal: fue el espacio donde profundizó su compromiso con la espiritualidad jesuita y afianzó el camino que más tarde lo llevaría a liderar la Iglesia Católica con humildad, cercanía y mirada universal.
Desde el Vaticano, beatificó en 2013 al querido Cura Brochero (nuestro santo gaucho)y tres años después, en 2016, lo canonizó, dándole a Córdoba un lugar de honor en la historia de la fe. Aquella ceremonia fue vivida con emoción tanto en Roma como en Villa Cura Brochero, epicentro del turismo religioso de nuestra provincia.
Posteriormente santificó a Mama Antula.
Desde Destino Córdoba agradecemos su legado, su ejemplo y su compromiso con los más humildes. Su luz seguirá guiando los caminos de quienes, en la fe y en el viaje, buscan una conexión más profunda con el espíritu.
Gracias, Francisco. Córdoba te despide con amor.