Es ta manzana de la ciudad se re significó y dejó atrás un pasado oscuro y triste, de cárcel y encierro para ser un sitio fundamental de la ciudad para el esparcimiento y la cultura.
La ironía de la historia hizo que en el barrio mas aristocrático de la ciudad, diseñado a fines del siglo XIX a semejanza de los modernos espacios parisinos y nada menos que, sobre la osada diagonal Av. Argentina hoy Hipólito Irigoyen, que rompió con todos los esquemas de urbanización lineal; allí mismo y contra todos los prejuicios sociales funcionó la cárcel de mujeres mas grande de la ciudad “La Cárcel del Buen Pastor”.
Durante la última década del siglo XIX, llegaron las hermanas de la Caridad del Buen Pastor de Angers procedentes de Francia, quienes se hicieron cargo del colegio de sirvientas.
Poco tiempo pasó para que el gobernador decidiera encomendarle a ellas la atención y la dirección de las reclusas que hasta ese momento estaban bajo la órbita municipal. Mientras la ciudad crecía y atentos a los nuevos conceptos jurídicos del delito y la forma de aplicación de la pena, que promovían la idea de cárceles higiénicas y espacios agradables para hacer posible la rehabilitación y la reivindicación de las personas, comienza la edificación de la cárcel en esta ubicación, contribuyendo de esta manera al gran paso de la dignificación humana.
La Capilla de una belleza singular, única en su tipo de planta de cruz griega, fue construida por el arquitecto Mont Blanch e inaugurada en 1905. Su interior sorprende por la adaptación arquitectónica a la función desempeñada por la orden religiosa. En el altar principal y tras la sillería se ubicaban las monjas de la congregación y en los laterales separadas tras rejas, de un lado las internas del correccional y del otro las educandas menores. La decoración pictórica estuvo a cargo de los artistas Emilio Caraffa, Manuel Cardeñosa y Emilio Gómez Clara.
Este penal funcionó hasta comienzos del siglo XXI. Y a partir del 2007 el gobierno de la provincia transforma casi sin romper la esencia y la memoria, a este triángulo del barrio, en el espacio mas abierto de contemplación urbana; dejando atrás años de sombra y silencio, y posibilitando descubrir una nueva postal de la ciudad que no había derecho a ocultar: “EL PASEO BUEN PASTOR”.
Este majestuoso espacio conserva los valores culturales de los edificios preservados y conjuga arquitectura y sociedad en torno a un eje vertebral: La Capilla y sus Claustros.
Hacia uno de sus lados sobre el sector norte se organiza el área cultural que incluye la Capilla, sobre el sector sur se ubica el área recreativa compuesta por variadas unidades gastronómicas y centro comercial, como tercera área surge el espacio exterior donde una fuente de aguas danzantes da el atractivo marco de frescura con un sistema único que combina agua, música e iluminación. Atrás, la Iglesia de los capuchinos, mira atónita, por si algo le faltaba a Nueva Córdoba.
Es un espacio hermoso!!!(debemos cuidarlo )es un referente de nuestra querida ciudad.
HERMOSO LUGAR ,
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