El aristocrático barrio de Nueva Córdoba, con sus elegantes casonas y finos palacetes, vio con buenos ojos la idea del Obispo Zenón Bustos, cuando pensó que se podría instalar en la zona la orden de los frailes franciscanos capuchinos que hacía tiempo habían llegado a Buenos Aires y estaban instalados en el barrio de Pompeya.
Llegan a Córdoba en el año 1911 y reciben la donación de unos terrenos que pertenecían a las hermanas del Buen Pastor, en ellos construyen el convento y recién en 1927 se comienza a proyectar el templo, de la mano del arquitecto Augusto Ferrari, quien le imprime un claro estilo neo-gótico con una fachada cargada de simbolismo y dividida en diferentes paños (desde abajo hacia arriba: Las columnas multiformes, las columnas atlantes, los apóstoles y la representación de las virtudes), luego el nacimiento de las torres, que forman parte del gran misterio de la obra, pues la derecha se eleva 78 metros hacia el cielo infinito, mientras que la izquierda queda trunca como “la materia que perece en la tierra”.
En el interior, aunque parezca sorprendente, se puede apreciar el cielo, se trata de una pintura en la bóveda que representa el firmamento cordobés en los diferentes meses del año. También es digno de visitar el camarín en lo alto que venera a la Virgen de Pompeya, Patrona de la Iglesia.
Lo cierto es que esta colosal edificación cambió la fisonomía del barrio cuando se inauguró en 1933 y que hoy, por el tratamiento de expansión panorámica del Paseo del Buen Pastor se convirtió en uno de los elementos más importantes de esta postal para contemplación de vecinos y turistas.
Iglesia de los Capuchinos:
Buenos Aires esq. Obispo Oro – Tel.: (0351) 4681922
Dejá un comentario